Juanito Arias Luna, ocd.

SEGUIMIENTO Y PROCESO DE CRISTIFICACION  EN SAN JUAN DE LA CRUZ

En Jesucristo, el misterio de Dios y su plan salvífico entran en vías de realización y tiempo. Todo lo que de Dios es, tiene y hace, pasa a propiedad del hombre. Todo lo que el hombre tiene, vive y hace, es propiedad de Dios. En la persona de Cristo, la ansiada unión del hombre con Dios se convierte en la unidad fundamental Dios-Hombre. Lo que Cristo es y tiene se hace también del hombre por participación. Ocupa el centro de la vida teologal y de la experiencia mística. Desde el primer romance hasta la cuarta estrofa de Llama, Cristo esposo y amado, Hijo de Dios, mantiene todo el dinamismo y la continuidad. Esa misma orientación lleva la experiencia personal del Santo, alimentada con la lectura contemplativa del AT y del NT, la celebración litúrgica de los misterios, las devociones, su arte de pintura y escultura, la poesía. Para todo ello se inspira en el misterio de Cristo. Cada una de esas vías nos transmite algo importante sobre la experiencia y el pensamiento integrales de San Juan de la Cruz.

A la hora de escribir sobre Cristo, se atiene a sus criterios habituales, que podemos formular así: 1) trata de la persona de Cristo, más que de cristología; 2) le interesan los aspectos vitales que se refieren a la comunión teologal, más que informaciones doctrinales; 3) no repetir lo que ya estaba escrito en tantos libros de teología y de devoción al alcance de todos. En este trabajo me propongo seguir al Santo que trata el misterio de Cristo vivo con profundidad y cariño, con vibración contemplativa de hermano, compañero, amigo, discípulo, adorador. Comenzaré, en primer lugar, señalando la presencia de Cristo en todo el proceso espiritual que aparece reflejada en sus escritos. Luego, en segundo lugar, me detendré en algunas reflexiones cristológicas  que tienen que ver con el seguir a Jesús: Verbo humanado, los misterios de Cristo, revelador y esposo, el seguimiento, revelación plena y definitiva de Dios. En tercer lugar , desarrollaré el proceso mistagógico-sicológico que nos propone el Santo para ir al encuentro con Cristo. Concluiré con unas perspectivas pastorales que se desprenden de toda esta reflexión en torno al seguimiento de Cristo y el proceso de cristificación para lo cual seguiré  el documento  propuesto a la Orden por el P. Camilo Maccise al concluir el IV Centenario de la muerte de San Juan de la Cruz.