2º DIA DO TRÍDUO DE ELIAS: O Corvo.
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16º DOMINGO DO TEMPO COMUM: Acolhe o Senhor que passa na tua vida
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Dom José Gislon, OFMCap. Bispo Diocesano de Erexim (RS)
Quando viajamos para algum lugar ou visitamos alguém, algo que sempre nos marca bastante é a hospitalidade com que as pessoas nos acolhem. Quando somos bem acolhidos e nos sentimos bem, podemos até não saber falar direito o idioma do lugar, mas a descontração de quem nos acolhe faz a gente superar tantos obstáculos, sentir-se em casa e não ficar com aquela vontade de partir o mais rápido possível, porque bate aquela sensação de que estamos incomodando. Acolher bem revela nobreza de espírito, deixa marcas de gratidão em quem parte além da saudade de querer voltar.
A Bíblia menciona várias vezes a hospitalidade, tanto no Antigo como no Novo Testamento. O próprio Senhor Jesus recebeu hospitalidade em vários lugares por onde passou, marcando com sua presença e suas palavras a vida de quem O acolheu (Lc 10,38-42). No tempo e na história, Ele continua visitando a humanidade, passando pelos nossos caminhos, visitando cada pessoa, pedindo hospitalidade no teu coração, na tua vida, na tua família. Talvez, tu andes tão ocupado com tantos afazeres, que não tens tempo para acolher o Senhor, para escutar o que Ele tem a dizer no silêncio do teu coração, ou não tem tempo para falar com Ele.
O Senhor Jesus se faz presente na vida de cada um de nós, mas precisamos ter a capacidade de discernir esse momento e de reconhecer a sua presença. Ele passa pela nossa vida e bate com insistência à porta do nosso coração pedindo hospitalidade, mas, talvez, com o passar do tempo, as tantas ocupações do mundo acabaram apagando do nosso coração a sensibilidade de discernir a voz do Senhor que pede para ser acolhido. Quando é acolhido, o Senhor enche de vida nova o nosso ser e a sua luz ilumina o nosso caminho no silêncio, assim como a terra silenciosa acolhe a semente, nutre, dá força e estabilidade interior às plantas. Fonte: http://www.cnbb.org.br
ELIAS PEREGRINO EM TABOÃO DA SERRA-SP.
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A MISSÃO CONTINUA! Primeiras fotos do Dia de Nossa Senhora do Carmo e da presença de Santo Elias Peregrino na Diocese de Campo Limpo, grande São Paulo-Paróquia do Sagrado Coração de Jesus- No Jardim das Margaridas, em Taboão da Serra. Na oportunidade, dois padres da Diocese; Luciano e Gean entraram para o Noviciado da Terceira do Carmo de Osasco/SP, além do jovem Silvano Tenório, para o Postulantado. Nas próximas horas, veja vídeos no olhar.
16 de julho: Mensagem do Padre Geral da Ordm do Carmo.
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CARTA DEL PRIOR GENERAL CON MOTIVO DE LA SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN DEL CARMEN
Queridos hermanos y hermanas en el Carmelo:
Como todos los años, nos disponemos a celebrar las fiestas en honor de la Virgen del Carmen, nuestra Madre y Hermana como nos gusta llamarla a los carmelitas, siguiendo una vieja tradición que se remonta hasta la Edad Media. Os deseo, en primer lugar, unas felices fiestas. Que los actos, las celebraciones, los cultos y todo lo que solemos hacer en estos días para honrar a la Virgen sea un signo de una profunda vivencia interior, y de un verdadero deseo de estar “junto a María, la Madre de Jesús” (Hch 1,14), para que Ella, primera discípula y seguidora del Señor, nos inspire en nuestro caminar. Para ello, cada día os mandaremos como todos los años desde nuestra página Web, un modelo de novena elaborado por algunos biblistas. Se trata de unas reflexiones sencillas y hondas a la vez que os puedan ayudar a todos a vivir estos días con intensidad espiritual.
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Este año quisiera proponeros para vuestra reflexión la experiencia y la doctrina de tres grandes carmelitas de diferentes períodos de nuestra historia que, por motivos diversos, recordamos en este año: santa María Magdalena de Pazzi, el beato Bautista Mantuano y el beato Tito Brandsma. Los tres -cada uno con un lenguaje diverso, con un trasfondo mariológico distinto, con una sensibilidad con diferentes acentos- han subrayado esa dimensión fundamental del carisma carmelitano: la devoción filial, honda, muchas veces poética a la Virgen María bajo la advocación del Carmelo. Ellos han enriquecido esa piedad y -lo que es más importante- la han vivido en diferentes momentos históricos con autenticidad y como un acicate de santidad. Ojala que también nosotros sepamos hacer nuestra propia lectura de esa piedad mariana para que ésta sea un revulsivo en nuestra vocación carmelita al servicio de la iglesia y del mundo.
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El pasado 20 de marzo se cumplían 500 años de la muerte del Beato Bautista Mantuano, también conocido como “Spagnoli” por la nacionalidad de su padre. Bautista entró en la Orden en la congregación mantuana que estaba en su esplendor por aquellos años. Además de ser un excelente religioso y una figura prominente de la historia de nuestra Orden (llegó a ser Vicario General de dicha congregación reformada y, al final de su vida General de toda la Orden), así como una figura importante de la Iglesia de su época, “el mantuano” fue un gran literato que ha pasado a la historia como “el Virgilio cristiano”.
A lo largo de su obra poética y de su vida religiosa, Bautista Mantuano fue siempre un cantor de María. A ella dedicó los sublimes versos poéticos que encontramos en su obra La Partenice mariana. El beato fue un enamorado del título Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo que los carmelitas venimos usando desde tiempos inmemoriales. Es un título hermosísimo que, bien interpretado, nos muestra una dimensión muy importante de la mariología y de la devoción mariana: María es nuestra Madre y también nuestra Hermana, que nos acompaña en el camino de la vida hacia el Padre. Ella acompañó a su Hijo Jesús, muchas veces desde un segundo plano, con gran humildad, pero también con la fidelidad que la condujo incluso a los pies de la cruz y a permanecer junto a la iglesia naciente que esperaba la venida del Espíritu.
Que María nos ayude a ser compañeros de camino de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Que ella, Nuestra Madre y Hermana, nos ayude a permanecer fieles en la sequela Christi,como verdaderos discípulos perseverantes y fieles. Y que, al final de nuestro caminar, podamos proclamar con gozo como el Beato Spagnoli, que se dirigía a la Virgen de este modo: “Tus senderos se cruzan ahora con los míos…”
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A lo largo de este año se han multiplicado los actos y las celebraciones con motivo del 450º aniversario del nacimiento de Santa María Magdalena de Pazzi, la gran santa carmelita de Florencia que alcanzó las más altas cumbres de la mística. Nuestra carmelita, en el marco de su intensa vivencia mística, desarrolló una honda piedad mariana de profundas connotaciones espirituales y teologales. En varias ocasiones, la mística carmelita, utiliza la imagen de la “puerta” para referirse a María y a su papel en la historia de salvación. Maria es “aquella puerta por la que Dios ha entrado en la tierra y por la que nosotros entramos en la patria celeste” (Pobatione 2, 202) ¡Qué hermosa imagen para este año jubilar en el que el Papa Francisco nos invita a atravesar la puerta y a acercarnos al Dios de la misericordia!
En otras ocasiones se refiere a su monasterio como el habitáculo de María, la casa de María, proclamando así que el Carmelo, cada Carmelo, debe ser un humilde hogar en el que María nos acompaña y nos inspira. María Magdalena, con palabras encendidas, poéticas y audaces, se recrea en la belleza de María y nos invita a todos a entrar con gozo en ese habitáculo, a atravesar con plena confianza esa puerta que es María y a entrar en ese ámbito de la misericordia divina:
¡Cuán bella y pura eres María! Con tu mirada tú haces que el Verbo alegre a los ángeles, conforte a los pecadores y anime a los peregrinos (…). Desde el cielo, con tu mirada haces que, por así decir, Dios no sea Dios y que vaya mitigando su ira de modo que las criaturas aquí abajo se pregunten si Dios es tan potente y justo, viendo tanta misericordia que siempre que alguien se vuelve hacia él, lo espera de tal modo que, aún siendo un Dios justo y sustancia purísima, no se muestra tal sino que muestra más su misericordia. En la belleza de tus ojos, se goza todo el universo y se inclina el trono de la Santísima Trinidad…
Que María nos ayude a descubrir ese Dios misericordioso que nos espera amorosamente. Que Ella nos ayude también a ser sembradores y trasmisores de esa misericordia, especialmente hacia aquellos que más lo necesitan. Que los carmelitas sepamos irradiar esa misericordia de la que tanto necesita nuestro mundo, muchas veces frío y áspero.
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Como quizás sepáis, se halla en curso el proceso de un presunto milagro atribuido a la intercesión del beato Tito Brandsma en la diócesis de Palm Beach en los Estados Unidos. El beato Tito supo vivir con pasión ese aspecto fundamental de nuestro carisma. En muchas ocasiones predicó y enseñó el verdadero sentido de esa piedad mariana que nos lleva a lo más hondo del Evangelio. En esta línea se expresó en cierta ocasión en 1932, cuando, antes de anunciar los actos conmemorativos del XV Centenario del Concilio de Éfeso, publicó una carta abierta dirigida a los hermanos protestantes en la que intentaba explicar el sentido que damos los católicos a estas celebraciones y mostraba su deseo (sinceramente ecuménico) de no herir ninguna sensibilidad. El beato Tito insistía en que una recta y sana devoción mariana no puede sino llevarnos al corazón de la vida cristiana y al misterio mismo de Cristo. Con ello, el carmelita holandés se anticipaba a lo que varias décadas más tarde afirmaría la Constitución dogmáticaLumen Gentium del Concilio Vaticano II, cuando, tras recomendar encarecidamente el culto y la piedad a la Virgen Santísima, avisa:
Asimismo [el Sacrosanto Concilio] exhorta encarecidamente a los teólogos y a los predicadores de la divina palabra que se abstengan con cuidado tanto de toda falsa exageración (…), ilustren rectamente los dones y privilegios de la Bienaventurada Virgen, que siempre están referidos a Cristo, origen de toda verdad, santidad y piedad, y, con diligencia, aparten todo aquello que sea de palabra, sea de obra, pueda inducir a error a los hermanos separados o a cualesquiera otros acerca de la verdadera doctrina de la Iglesia (LG 67).
Una idea de hondas resonancias patrísticas, muy querida por el beato Tito, era que todos nosotros, como María, debemos ser de algún modo “portadores de Dios” (theotokos). De forma análoga, ciertamente, también los creyentes debemos esforzarnos para que Jesús y la Buena noticia del Evangelio lleguen a todos. Con nuestro testimonio de vida, con nuestra oración, con nuestras palabras… estamos llamados a ser portadores de Dios, desde la humildad y desde la autenticidad de vida. El beato Tito lo vivió de forma radical y heroica, hasta los momentos dramáticos que precedieron a su muerte en Dachau.
Que nosotros, carmelitas del siglo XXI, asumamos con entusiasmo, generosidad y creatividad ese reto: como María… ¡ser portadores de Dios!
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Inspirados por estas figuras señeras de nuestra historia, dispongámonos a celebrar la fiesta de la Virgen del Carmen. Que Ella os acompañe y os guíe. ¡Muchas felicidades!
Con afecto fraterno
Fernando Millán Romeral O.Carm.
Prior General
A MÃE DOS CARMELITAS
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Dom Helder Câmara
É claro, que o povo sabe que Nossa Senhora do Carmo é uma só. É aquela criatura que, continuando criatura, teve o privilégio de ser convidada pelo Pai celeste para ser a mãe do seu Filho Divino, quando este se encarnou em seu seio puríssimo. E ela se tornou Mãe de Deus.
Então, toda essa variedade de inovações-Aparecida, Lurdes, Fátima, Auxiliadora... – são apenas títulos que atribuímos a Nossa Senhora. Mas ela é uma só. Entretanto, cada um tem gosto especial de chamá-la com a invocação que lhe fala mais alto: NOSSA SENHORA DO CARMO! Como este nome me é querido!
No dia de hoje, como seria bom lembrar à nossa gente, sobretudo numa hora de sofrimento como esta, porque o Brasil vive um tempo difícil para todos, é claro, que principalmente, a gente sofrida que ainda padece mais.
Eu estremeço quando ouço falar em apertar o cinto! Porque não é o cinto dos grandes que se aperta. Aperta? Pois sim! Aperta é o da nossa gente humilde, que ainda padece mais.
Eu estremeço, quando me lembro – e não me canso de lembrar – que naquele casamento em Cana, tu te preocupaste até, porque iria faltar vinho e os noivos iriam ficar encabulados! Pois bem, Mãe querida, hoje está faltando tudo! Eu nem preciso dizer que o leite para as crianças e pessoas idosas está ficando impossível.
Eu preciso dizer-te, Mãe querida, que no “País do Café”, o café está ficando impossível para os pobres? E o café não era luxo!
E o pão? Como está ficando proibitivo, Deus do céu!. Ah! Mãe querida, como seria bom que houvesse menos egoísmo! Sim, a raiz, afinal, de tudo isso é o velho egoísmo.
Mãe, há quem diga que é impossível que a humanidade chegue ao ano dois mil com sete bilhões de criaturas que povoam o mundo. Por isso, estão querendo liquidar um bilhão. E alguns chegam a dizer, cinicamente: “O ideal mesmo seria acabar com um bilhão”.
Mãe querida, ajuda-nos a entender que a verdadeira explosão, muito maior do que a explosão demográfica é a explosão do egoísmo!...
A DEVOÇÃO DE NOSSA SENHORA DO CARMO EM MINAS GERAIS
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Frei Emanuele Boaga, 0. Carm. In Memoriam
Na vereda outrora clara e acidentada do Itaperava cujas rochas brilhavam aos raios ardentes do sol alguns aventureiros, em busca do ouro, penetram nos sertões bravios dos campos dos Cataguases. Eis que a 16 de julho de 1698 esta bandeira chega até a encosta do Itacolomi, descobrindo e ocupando aí um ribeirão que denominaram de Ribeirão do Carmo, a fim de perpetuar a efeméride de Senhora do Carmo. Era chefe da expedição João Lopes de Lima, que fez aí quem era muito devoto.
Em 1703 a expedição do cel. Salvador Furtado de Mendonça redescobre a região que vai crescendo sob a picareta dos bandeirantes, às margens do aurífero Ribeirão do Carmo, sob a proteção da Virgem do Carmo, a Mãe e primeira Protetora da terra mineira. Já em 1711 é a região elevada à categoria de Vila [Ribeirão do Carmo], início da futura cidade de Mariana.
Na mesma cidade de Mariana foi fundada em 1751 a Ordem Terceira do Carmo. Sob a responsabilidade do mestre Domingos Moreira de Oliveira foi iniciada, em 1784, a construção da igreja do Carmo. A Ordem Terceira seguinte foi fundada em Ouro Preto, famosa pela bela igreja que fez construir e na qual se conserva a única decoração em cerâmica rococó do Estado de Minas. Neste templo trabalhou o grande escultor mineiro Antônio Francisco Lisboa, o “Alejadinho”, que segundo uma tradição, teria recebido seu salário em ouro falso. Prosperaram e se difundiram as Ordens Terceiras do Carmo por todo o território das Minas Gerais, e deixaram grandes frutos espirituais. Igrejas também monumentais, em honra de Nossa Senhora do Carmo e sob cuidado das Ordens Terceiras, foram edificadas em São João del Rei, Sabará e Diamantina. Além disto, houve irmãos que difundiram pequenas capelas dedicadas a Nossa Senhora do Carmo, Em muitos lugares de Minas Gerais que logo se transformaram em arraiais e vilas.
Para que se faça uma idéia de como foi forte esta devoção nas terras mineiras, basta citar o número de localidades que têm como nome oficial a sua invocação. Segundo Augusto de Lima Junior, que fez uma pesquisa particular sobre este assunto, ao ser proclamada a República em 1889 existia em Minas Gerais 21 localidades com o título de Nossa Senhora do Carmo, ou seja: N. Sra. do Carmo da Capela Nova Betim, N. Sra. do Carmo do Pará ou Cajurú, N. Sra. do Carmo da Bagagem, N. Sra. do Carmo do Frutal, N. Sra. do Carmo de Itabira, N. Sra. do Carmo dos Arcos, N. Sra. do Carmo do Japão, N. Sra. do Carmo do Campestre, N. Sra. do Carmo das Luminárias, N. Sra. do Carmo da Cachoeira, N. Sra. do Carmo da Escaramuça, N. Sra. do Carmo do Campo Grande (atual Campos Gerais), N. Sra. do Carmo de Cambuí, N. Sra. do Carmo da Cristina, N. Sra. do Carmo do Prata, N. Sra. do Carmo da Borda da Mata, N. Sra. do Carmo do Arraial Novo, N. Sra. do Carmo do Rio Claro, N. Sra. do Carmo da Cachoeira do Brumado, N. Sra. do Carmo de Morrinhos, N. Sra. do Carmo do Rio Verde. A estas localidades podem-se acrescentar o Município de Nossa Senhora do Carmo de Jabotá (erigido em 1842 e a seguir extinto), e a Freguesia de Nossa Senhora do Carmo de Pains, em 1884.
Nos tempos atuais, um decreto de 19/10/1979 do Governo do Estado determina a comemoração do dia 16 de julho como o dia do Estado de Minas Gerais, transferindo simbolicamente, nesse dia, a capital do Estado para Mariana.
A DEVOÇÃO DE NOSSA SENHORA DO CARMO EM MINAS GERAIS
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Frei Emanuele Boaga, 0. Carm. In Memoriam
Na vereda outrora clara e acidentada do Itaperava cujas rochas brilhavam aos raios ardentes do sol alguns aventureiros, em busca do ouro, penetram nos sertões bravios dos campos dos Cataguases. Eis que a 16 de julho de 1698 esta bandeira chega até a encosta do Itacolomi, descobrindo e ocupando aí um ribeirão que denominaram de Ribeirão do Carmo, a fim de perpetuar a efeméride de Senhora do Carmo. Era chefe da expedição João Lopes de Lima, que fez aí quem era muito devoto.
Em 1703 a expedição do cel. Salvador Furtado de Mendonça redescobre a região que vai crescendo sob a picareta dos bandeirantes, às margens do aurífero Ribeirão do Carmo, sob a proteção da Virgem do Carmo, a Mãe e primeira Protetora da terra mineira. Já em 1711 é a região elevada à categoria de Vila [Ribeirão do Carmo], início da futura cidade de Mariana.
Na mesma cidade de Mariana foi fundada em 1751 a Ordem Terceira do Carmo. Sob a responsabilidade do mestre Domingos Moreira de Oliveira foi iniciada, em 1784, a construção da igreja do Carmo. A Ordem Terceira seguinte foi fundada em Ouro Preto, famosa pela bela igreja que fez construir e na qual se conserva a única decoração em cerâmica rococó do Estado de Minas. Neste templo trabalhou o grande escultor mineiro Antônio Francisco Lisboa, o “Alejadinho”, que segundo uma tradição, teria recebido seu salário em ouro falso. Prosperaram e se difundiram as Ordens Terceiras do Carmo por todo o território das Minas Gerais, e deixaram grandes frutos espirituais. Igrejas também monumentais, em honra de Nossa Senhora do Carmo e sob cuidado das Ordens Terceiras, foram edificadas em São João del Rei, Sabará e Diamantina. Além disto, houve irmãos que difundiram pequenas capelas dedicadas a Nossa Senhora do Carmo, Em muitos lugares de Minas Gerais que logo se transformaram em arraiais e vilas.
Para que se faça uma idéia de como foi forte esta devoção nas terras mineiras, basta citar o número de localidades que têm como nome oficial a sua invocação. Segundo Augusto de Lima Junior, que fez uma pesquisa particular sobre este assunto, ao ser proclamada a República em 1889 existia em Minas Gerais 21 localidades com o título de Nossa Senhora do Carmo, ou seja: N. Sra. do Carmo da Capela Nova Betim, N. Sra. do Carmo do Pará ou Cajurú, N. Sra. do Carmo da Bagagem, N. Sra. do Carmo do Frutal, N. Sra. do Carmo de Itabira, N. Sra. do Carmo dos Arcos, N. Sra. do Carmo do Japão, N. Sra. do Carmo do Campestre, N. Sra. do Carmo das Luminárias, N. Sra. do Carmo da Cachoeira, N. Sra. do Carmo da Escaramuça, N. Sra. do Carmo do Campo Grande (atual Campos Gerais), N. Sra. do Carmo de Cambuí, N. Sra. do Carmo da Cristina, N. Sra. do Carmo do Prata, N. Sra. do Carmo da Borda da Mata, N. Sra. do Carmo do Arraial Novo, N. Sra. do Carmo do Rio Claro, N. Sra. do Carmo da Cachoeira do Brumado, N. Sra. do Carmo de Morrinhos, N. Sra. do Carmo do Rio Verde. A estas localidades podem-se acrescentar o Município de Nossa Senhora do Carmo de Jabotá (erigido em 1842 e a seguir extinto), e a Freguesia de Nossa Senhora do Carmo de Pains, em 1884.
Nos tempos atuais, um decreto de 19/10/1979 do Governo do Estado determina a comemoração do dia 16 de julho como o dia do Estado de Minas Gerais, transferindo simbolicamente, nesse dia, a capital do Estado para Mariana.
CARMELITAS E MISSÃO: Difusão da devoção mariana.
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Frei Emanuele Boaga, O. Carm In Memoriam e irmã Augusta de Castro Cotta, CDP
O aspecto mariano do serviço eclesial carmelitano, aparece em numerosas fontes, entre as quais as crônicas conventuais que informam sobre suas festas e celebrações particulares, ajudando a compreender melhor como vinha organizado tal serviço aos fiéis nas nossas igrejas (confissão e comunhão, missa, devoções, tríduos, novenas, etc.).
Encontramos nos séculos XVI-XVIII o cume desta pastoral, mediante a estrutura de mediação pastoral constituída pelas Confrarias do Escapulário. Esta mediação pastoral permitiu à Ordem a partilha de suas próprias riquezas espirituais e marianas a milhares de fiéis, enraizando, profundamente no coração do povo a devoção mariana.
Para compreender a função das Confrarias, como mediação pastoral, é bom considerar que estas constituíam o lugar de encontro, de agregação e de realização dos devotos e de união com a Ordem, expressa da seguinte forma:
- no uso contínuo do Escapulário (como sinal de agregação; fazendo-se a cada ano a troca do Escapulário).
- na participação aos bens espirituais (indulgências) da Ordem.
- no coenvolvimento da vida fraternal a três níveis: oração individual e comunitária, vida sacramental (com escuta da pregação) e colaboração nas obras de misericórdia. Tal compromisso era realizado com ritmos distribuídos de forma variada: diariamente, semanalmente, mensalmente.
10.4. Quando as confrarias desapareceram com as supressões das corporações religiosas no século XIX, o devoto ficou isolado e privado de uma estrutura local acolhedora e que o acompanhasse com a mediação dos valores e aspectos vitais ligados ao Escapulário e à vida mariana e espiritual do Carmelo.
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